Alcobaça:
De camino a Nazaré nos encontramos con Alcobaça, un municipio que se encuentra a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa, entre los ríos de Alcoa y Baça, cuya historia está marcada por la presencia de casi setecientos años de la Orden de Cister. La localidad de Alcobaça es pequeña, modesta y muy agradable, y en ella todo el protagonismo cae sobre el imponente Monasterio de Santa María de Alcobaça (siglo XII), clasificado como Patrimonio mundial por la UNESCO.
Monasterio de Santa Maria: Tras su asombrosa fachada barroca esconde un bosque luminoso de sencillos arcos cistercienses; a su lado se abre paso un conjunto de patios, cocinas y antiguos aposentos monacales. Nosotros llegamos cuando se cerraba la visita al monasterio, pero pudimos visitar la iglesia y solo ello ya merecía enormemente la pena por su inmensidad y belleza. Las fotos del interior corresponden únicamente a la Iglesia, pero el municipio de Alcobaça tiene mucho más que ofrecer.
Castillo de Alcobaça: Nosotros realizamos un pequeño paseo por la localidad que termino en el castillo, y desde su posición alta pudimos tomar alguna vista elevada del monasterio y la plaza donde se encuentra, y de la propia ciudad. Del castillo como veréis queda poco en pie y esta todo por excavar.
Esto salió de una visita de no más de 2 horas. pero la población merece una estancia mucho mas larga y tiene muchos rincones que visitar. Lo primero el monasterio por dentro, que es monumento nacional. Las ruinas de su Castillo Medieval también son dignas de ser visitadas, al igual que la localidad de Cós con el Convento de Santa Maria de Cós, uno de los mayores conventos femeninos cistercienses del país; la Iglesia da Misericórdia de Alcobaça, catalogada como Monumento Nacional; o la Laguna de Pataias, que resulta un lugar tranquilo e ideal para un picnic en familia o con amigos. Podéis encontrar más información aquí.