Cieza: La floración del melocotón:
Un espectacular colorido viste puntualmente los campos de Cieza (Murcia), y suscita el interés de miles de personas, los turistas de la floración, que repiten la experiencia, ya que, cada año es distinta… la luz del día en que se vea, la hora, el punto de vista, las nubes, el estado de floración de los distintos árboles, hace que nunca sea igual, aunque se mire desde el mismo sitio.
Cieza se viste de gala: los melocotoneros, los almendros, los albaricoqueros, los ciruelos… cada árbol frutal nos da un color, y la conjunción de todos ellos es un verdadero acontecimiento, una maravilla de la naturaleza, un regalo para los sentidos que merece la pena conocer. La floración de Cieza hay que vivirla, ¡No te la pueden contar!
Nadie puede explicar lo que se siente. La floración de Cieza, hay que vivirla en Cieza. Cieza huele a melocotón antes de que el fruto esté formado. Miles de hectáreas de plantación, en su mayoría melocotoneros, dibujan un manto de flores rosáceo y rojo que predomina sobre los tonos blancos de albaricoqueros y ciruelos. La belleza natural y la agricultura tradicional se fusionan para convertir la primavera de Cieza en una atracción turística sin igual.
Por eso desde hace ya algunos años, se organizan eventos relacionados con la floración como la Ruta de la Floración, Concursos fotográficos, menús gastronómicos etc. que atraen a miles de visitantes que son guiados por los rincones y parajes donde el estallido de color se manifiesta con todo su esplendor.
En algunos parajes, el espectáculo parece dibujado a conciencia, y es una atracción que ya es conocida no sólo por los mejores profesionales de la fotografía, sino por aficionados que se aventuran a dejar constancia de esta maravilla de la naturaleza, sin parangón en ningún sitio del mundo.
Este año tuvimos la suerte de estar por la zona y poder asistir a este increíble espectáculo, el acceso a la zona de mayores plantaciones ya sea en el valle de Ricote o en la carretera de Calasparra es muy fácil y accesible ya que todos los caminos están asfaltados. Incluso en algunas fincas te permiten el acceso para poder entrar a fotografiar, pero la próxima vez pagaría la visita guiada ya que lo que echamos en falta es tener más puntos de vista en alto y para eso es necesario un guía local. Por cierto se come de miedo en Cieza.