Otra de las visitas maravillosas que pude realizar durante mi estancia en Tahilandia fue la zona de Ayutthaya. Lo primero que visitamos fue el Palacio Bang Pa-In o palacio de verano de la Monarquía Thailandesa. Su construcción data del siglo XVII y fue destruido a la caída del Reino de Ayutthaya. Más tarde el Rey Rama IV inició su restauración a mediados del siglo XIX y siguió el rey Rama V a quien se deben la mayoría de los edificios que existen en la actualidad, porque siempre solía veranear allí. Las estructuras representan una destacada variedad de estilos arquitectónicos, ubicadas en un gran parque alrededor de estanques y vías fluviales.
El palacio está dividido en 2 zonas, una es la zona interior que la familia real utiliza como lugar de descanso, la otra zona es la zona exterior que está abierta para la gente normal y los turistas. Yo tuve la suerte de poder visitarlo gracias a una excursión que nos ofrecieron en el congreso que cite en el artículo anterior, y digo que fue una suerte porque ahora figura en internet que está cerrado. El recinto es enorme y todo está construido alrededor de canales y estanques y lo componen numereros edificios tanto palaciegos como santuarios religiosos. Es un recinto monumental que no hay que perderse y se puede llegar tanto en coche como entren. Se tardan unos 15 minutos desde la ciudad de Ayutthaya, y también tiene acceso directo entren desde Bangkok. Recuerdo poder visitar un santuario budista, una torre desde la cual se tenía una excelente vista de todo el recinto, y los jardines que tenían setos recortados formando las figuras de animales y preciosas estatuas.
La segunda zona que pude conocer el mismo día fue la ciudad antigua de Ayutthaya, que en su momento debió de ser algo maravilloso. En dicha ciudad hay un “Parque histórico de Ayutthaya” muy grande en el que encontramos numerosos restos de templos y palacios del antiguo reino de Ayutthaya. Recuerdo entre otros visitar Wat Mahathat donde están las famosas cabezas de buda realizadas en raíces de árboles. Otro de los templos fue el Wat Yai Chai Mongkhon, compuesto de un “prang” o templo central, rodeado de 5 torres y otros ornamentos culturales. Otra de las atracciones del lugar es un buda reclinado a su lado derecho, decansando sobre una flor de loto. Una leyenda cuenta sobre este buda: “El enorme Buda reclinado representa el momento en el que un gigante llamado Asurindarahu no estaba dispuesto a rendir homenaje a los Budas porque él estaba orgulloso de su enorme cuerpo. El Buda quiso que el gigante fuese menos arrogante, por lo que se convirtió a sí mismo en una figura mucho más grande que el gigante”. Esta imagen se le denomina Wat Lokayasutharam.
Por último destacar que ni el viaje era fotográfico y hace 15 años no sabía que tendríamos una página web de viajes. Por lo que la información es buscada en internet y puede contener errores. Las fotos por supuesto son todas de ese viaje. No dejes de visitar el resto de imágenes de Flickr.