Alcalá del Júcar:
Alcalá del Júcar es un municipio situado al sureste de la península ibérica, en la provincia de Albacete. Su población asciende a 1202 habitantes. La localidad, situada a 64 km de la capital provincial, fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1982. Pertenecen al municipio las pedanías de Casas del Cerro, Las Eras, La Gila, Tolosa y Zulema.
En el año 1211, una expedición relámpago del rey Alfonso VIII consigue arrebatar a los musulmanes, para la Corona de Castilla, las plazas fuertes de Garadén, Jorquera y Alcalá, quedando su dominación efectiva garantizada dos años después, cuando la victoria sobre los almohades en las Navas de Tolosa (1212) y Alcaraz (1213) rompen toda la defensa árabe y dejan libre a la repoblación todas las tierras de La Mancha y la actual provincia de Albacete. Tras su conquista definitiva se asentaron colonos procedentes de Alarcón.
Inicialmente, Alcalá fue una aldea de Jorquera, hasta que el 18 de abril de 1364, el rey de Castilla Pedro I el Cruel, firmó un documento en el Grao de Valencia, concediendo a Alcalá del Júcar el villazgo y la segregación con respecto a Jorquera, con asignación del Fuero de las Leyes, ordenamiento concejil y otros derechos. Como todas las poblaciones cercanas perteneció al marquesado de Villena y padeció las vicisitudes de este peculiar señorío, que tanta importancia tuvo en la Edad Media y en la gestación de la moderna monarquía castellana, hasta su disolución a raíz de la Guerra de Sucesión Castellana en 1475. Perteneció al Reino de Murcia, dentro de la Corona de Castilla hasta la nueva configuración territorial de España del ministro Javier de Burgos en 1833, cuando se crea la provincia de Albacete. Asimismo su pertenencia a la demarcación episcopal correspondería a la diócesis de Cartagena hasta la creación de la de Albacete en 1949.
Alcalá del Júcar se encuentra dentro de la comarca de La Manchuela. En 1986 le fue concedido el tercer premio, después de la Torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul, a la mejor iluminación artística. El 30 de mayo de 1998 en Villanueva de los Infantes, el Ayuntamiento recibió de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, el “Premio de Turismo 1998”, por su labor en la promoción y desarrollo turístico. Es uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de la provincia de Albacete; su situación y el excepcional paisaje que forman la hoz del Júcar, hacen que en cuanto aparece ante nuestros ojos, sintamos la necesidad de detener la marcha para poderlo contemplar en toda su grandiosidad. Sus casas de arquitectura popular, excavadas en la montaña, se adaptan al terreno en calles estrechas y empinadas, trepando hacia el Castillo que se asoma a la hoz que forma a sus pies el río.
Se sabe que hacia el siglo XI fue fortaleza musulmana y que formaba parte de la línea defensiva que los árabes construyeron en las riberas del río, para contener la creciente presión de los reyes cristianos. No debes perderte la visita al Castillo, al Puente Romano, su Plaza de Toros, la preciosa Ermita de San Lorenzo y la Iglesia de San Andrés.
La peculiar situación del pueblo permite que la mayoría de las casas estén excavadas en la propia montaña, con cuevas de tal longitud que llegan hasta el extremo de la peña sobre la que se asienta la villa. Tres de estas cuevas se pueden visitar. Nosotros visitamos la Cueva del Diablo y es espectacular como atraviesa la montaña y se llega a la parte posterior del rio Júcar que rodea el cerro donde se asienta Alcalá.
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