Riva del Garda:
El lago de Garda es lago italiano mas grande de todos, y a lo largo de las orillas esta salpicado de pequeñas poblaciones muy pintorescas, y en el punto mas al norte se encuentra Riva del Garda, una de las perlas del patrimonio turístico italiano.
El paisaje del lago, dominado por las montañas circundantes, ofrece un ambiente óptimo para pasar, en cada período del año, unas vacaciones disfrutando del deporte y de la naturaleza, sin renunciar a la diversión y al descubrimiento de la cultura y la historia local. Nosotros pasamos de camino al aeropuerto de Verona, y siendo un día de verano y además con viento, no fuimos más lejos de admirar las montañas, el inmenso lago que parece el fiordo de un mar lejano y las innumerables velas de windsurf.
La extraordinaria posición geográfica ofrece la oportunidad de practicar multitud de deportes: vela, windsurf, kitesurf sobre las aguas del lago, rafting, canoa o escalada libre sobre las majestuosas montañas que se reflejan en este espléndido espejo de agua.
Son numerosos también los recorridos dedicados a la aventura con bicicletas de montaña.
De noche, cuando el agua se enciende de luces y mágicos reflejos la diversión continúa, se puede elegir algún restaurante para degustar una cena a base de recetas típicas, para luego continuar hasta la madrugada en uno de los locales de moda de Riva del Garda. Eso si no podemos ignorar los enormes y lujosos Resort con piscina, lo que nos desvelo que a la orilla del lago, sin duda tiene unas características de lujo que no se veían en otras localidades vecinas como Torbole.
Riva del Garda es una ciudad mercantil de antigua tradición y alcanzó importancia turística internacional en la segunda mitad del siglo pasado cuando fue redescubierta, debido a su clima y sus bellezas ambientales, por la élite centroeuropea. Ya en 1824 se inició un servicio regular de navegación en el lago con una escala en Riva y Peschiera. En 1891 una línea ferroviaria secundaria lo conectó con Mori y con la línea ferroviaria Brenner. A principios de siglo, la ciudad de Altogardes era un lugar de residencia para figuras culturales famosas. Franz Kafka (en 1909 y 1913) y los hermanos Thomas y Heinrich Mann (1902) encontraron hospitalidad en un famoso «Sanatorium» (centro de atención y estancia para el método Kneipp) administrado por la familia de médicos von Hartungen.
Después de la Segunda Guerra Mundial, hubo un relanzamiento del turismo lacustre en la zona del Adriático, que convirtió al territorio de Rivano en uno de los principales centros turísticos y de asentamientos en el Trentino, pero al mismo tiempo causó una irrupción en el paisaje y el patrimonio cultural muy destacable.